Sin dormir, pero con la energía que le inspira a Francisco Javier Barroso su oficio, se presentó en nuestro aula de Periodismo de la UCM para exponernos su visión de lo que comprende esta profesión actualmente, concretamente desde su puesto de redactor de sucesos de Madrid para el diario El País.Su comienzo fue rotundo y directo: “Mi más sincero pésame porque acabáis de elegir una de las profesiones más duras” , para concretar seguidamente dijo “Deberéis elegir entre vuestro trabajo o la familia y amigos, y el que no sea consciente de esto, que salga por la puerta”. Caras de todo tipo invadieron el aula, aunque seguro que no era la primera vez que oían algo similar y además no todo fue malo, ya que quiso transmitir su “felicitación porque también vais a vivir experiencias que nadie va a vivir nunca”.
Entrando en materia, Barroso explico cómo había cambiado el periodismo en estos años, donde las tecnologías han cobrado un protagonismo inexorable: “Nos avisan por mensaje debido a una norma impuesta hace cinco años” , refiriéndose al móvil y sus ventajas e inconvenientes, sobre el que también quiso recalcar que “en ocasiones dan ganas de lanzarlo por la ventana”. Este impacto de la tecnología también ha propiciado que muchos periodistas no acudan al lugar del incidente, pero Barroso quiso recalcar que “Ahora me interesa ver que ha publicado la competencia, llamo a todos los gabinetes de prensa y una vez se que ocurre con detalle, valoro si debo desplazarme o no al lugar”.
Entrando más en profundidad, trató el tema de las fuentes de información y su papel clave: “Cuando llamas a una fuente tienes que preguntarle hasta por su mujer, e interactuar con ella hasta lograr una confianza mutua” así como comentó los lados negativos de ellas: “El día que esa fuente os la juegue, marcarla con una cruz y olvidaros de ella, al menos es lo que yo hago. Una y no más” para concluir diciendo que “el móvil está cerrando muchas fuentes a los periodistas” echando un ojo de nuevo al impacto tecnológico en la profesión.
No sin problemas ha caminado Barroso por la senda del periodismo, el tan polémico tema de la ética periodística estuvo presente. Barroso afirmó que “solo me han obligado a firmar dos noticias: una no la quise firmar y otra no la consideraba noticia ya que trataba un suicidio, algo que tenemos prohibido según nuestro código interno” además aconsejo a todos los alumnos que en caso de algún problema de este tipo “hablas con el jefe sobre el tema y si la situación es insostenible hay veces que lo mejor es irse”, recalcando también que “hay dos cosas que me llevare cuando me vaya del medio: mi firma, con su valor añadido, y mi agenda que es más personal e intransferible incluso que mi DNI”
Y no solo son problemas de este tipo, la competencia interna es altísima, afirmo Barroso, y como no, algunas noticias que él mismo ha tenido que vivir mano a mano como el 11-M en el que aseguró que “lo pasé fatal, el periódico incluso puso a nuestra disposición psicólogos”, pero también “hay días que llegas a casa muy fastidiado, pero hay que ponerse unos límites, sino acabas muy mal”.
El nuevo vinculo periodismo-internet, también estuvo en boca de Barroso quien afirmó que “Internet es muy anárquico y no es fuente documental, por lo tanto donde se arranca un reportaje es en el servicio de documentación del periódico”.
Para finalizar, en el turno de preguntas, una alumna afirmo que “mucha gente dice que para ser periodista especializado hay que estudiar la materia que se trata” y pidió la opinión al señor Barroso, quien rotundamente contestó: “¿Acaso un abogado sabe estructurar una noticia?... ¿Te gustaría que te informara alguien no periodista?... ¿Sabe un medico las leyes de la información?”
Tras dos horas de charla, Barroso abandono el aula con su maletín y su móvil. No necesita más.
Foto: F.J Barroso tras su charla (Sergio Iglesias)
